En mi actividad creadora, los límites conceptuales los he flexionado hasta romperse, dando pie a nuevas nociones y/o interpretaciones. Y en este afán de desvelar el ingenio silente, mi punto de partida tuvo que necesariamente haber sucedido, para que esa fuente formalice el pasado y sea ahora parte de mi presente conocido; provocando un sentido de pertenencia e identidad fusionado, que propone una nueva relatoría a partir de la descodificación y reorganización de los fragmentos. Cada obra, puede ser leída como una micro memoria autónoma o como parte de una narrativa más amplia e incluyente y que a manera de espejo, se afianza, se valida y se reconoce desde el inconsciente colectivo del otro. El resultado deseado es que la obra y el espectador, tracen un espacio imaginario libre y flexible que trascienda la mera experiencia artística, y se materialice sin espectativas, en emoción pura.
Guadalupe Urrutia
